miércoles, 27 de julio de 2011

Tortilla de cebolla

Tortilla de cebolla

Para 4 personas
Ingredientes
·          6 huevos (de los buenos)
·          8 cebollas blancas y dulces de tamaño medio- grande.
·          Mantequilla
·          Aceite de girasol.
·          Aceite de oliva virgen suave
·          Coñac, Ron y vino blanco.
·          Vinagre de vino
·          Reducción de Módena (opcional)
·          Azúcar
·          Sal Maldon. (puede usarse otra en su lugar).
·          Pimienta

Introducción.

Esta es una tortilla de cebolla caramelizada. ¡Es una tortilla triunfadora!

Debe hacerse con mucha paciencia y mimo y no tiene una receta matemática, hay que ir probando y rectificando los ingredientes mientras la vas haciendo. El secreto está en caramelizar bien la cebolla, si se consigue esto, lo demás es bastante accesorio.
¡Ojo! Caramelizar la cebolla no es calentarla con azúcar, sino pocharla con aceite a muy baja temperatura y muy lentamente (horas), para que sus hidratos de carbono se desdoblen en azúcares y de esta forma se caramelice.

Elaboración

Pelar bien unas 8 cebollas medianas dulces (las blancas), quitándoles cualquier imperfección trozo fermentado que pudiesen tener. Cortarlas en rodajas circulares de unos 5 mm. de grosor y luego cortar estas rodajas por la mitad.

Poner a calentar muy suavemente en una sartén un poco honda (la cebolla cruda ocupará mucho espacio), unas 3 cucharadas de aceite de oliva, tres cucharadas más de aceite de girasol y alrededor de 50 gramos de mantequilla. Cuando esté el aceite caliente, añadir la cebolla troceada, removerla bien con una cuchara de madera de forma que se impregne bien con el aceite, añadir un puñado de sal y volver a remover.

Es muy importante que se vaya haciendo la cebolla muy lentamente, no se nos debe quemar nunca la que está en contacto con la superficie de la sartén. La cebolla se irá ablandando soltando agua y poniéndose transparente. Durante este periodo de tiempo, iremos revolviendo de vez en cuando la cebolla, para que se vaya haciendo por igual y se vaya deshaciendo en trozos de menor tamaño. Si vemos que queda algún trozo grande, cortarlo con unas tijeras.

Si en algún momento vemos que la cebolla se va a quedar seca. Le añadimos algún chorrito de aceite de oliva y girasol (ojo con pasarse).

Al cabo de un par de horas o algo más, veremos que la cebolla está ya muy tierna y que empieza a querer caramelizarse. Es el momento de añadirle un chorrito de vinagre de vino, remover y seguir calentando lento unos 20 minutos. A continuación le echaremos una copita de un buen vino blanco joven como puede ser un “Conde de Olzinellas”, removeremos y dejaremos calentando otros 15 minutos. A continuación agregaremos una copa de ron y media de coñac y seguiremos calentando otros 15 minutos. No preocuparse por el tema niños-alcohol, el alcohol se evapora totalmente.

Añadimos ahora media cucharadita de la reducción de vinagre de Módena (puede saltarse este paso) y una o dos cucharaditas de azúcar. Bueno, ha llegado el momento de rectificar los ingredientes a nuestro gusto. Tras probar un trocito de cebolla, añadiremos seguramente un poco más de azúcar y sal y quizás algo más de vinagre, todo a nuestro gusto. También puede añadirse aquí un poco de pimienta e incluso un poquito de miel (sin pasarse).

Dejamos calentando un rato más para que todo se homogenice y retiramos la sartén de la fuente de calor.

Batimos en un Bol 5 huevos y añadimos la cebolla templada desde la sartén. Puede ser que sea preciso echar un 6º huevo. En tal caso, batirlo y añadirlo. Mezclamos todo muy bien y lo dejamos reposar como mínimo 15 minutos. (yo suelo dejarlo entre ½ y 1 hora).

Ahora sólo nos que hacer la tortilla. Ya sabéis, una sartén con un poco de aceite que habremos pasado también por los bordes de la misma (no poner mucho, sólo lo suficiente para que no se nos pegue la tortilla), calentar fuerte, echar el contenido del Bol, bajar un poco el fuego e ir separando con un tenedor la tortilla de los bodes de la sartén.

Dejar calentar unos minutos, separando la sartén de vez en cuando del fuego si fuera preciso para que no se nos queme. Darle la vuelta y calentar otros 3 ó 4 minutos, según veamos como nos ha quedado el otro lado.

Y ¡Ya está lista para comer!. Seguro que triunfáis.

No tiréis todo el trabajo por la borda, acompañando esta fabulosa tortilla con un vaso de agua o una cerveza comercial. Acompañadla con una buena cerveza artesanal (una Porter o una Pilsener de fiar) o una buena botella de tinto crianza o de un blanco fermentado y criado en barrica como los “Casa Ravella”. ¡Prohibido tomarla con vinos dulzarrios o verdejos empalagosos!.

miércoles, 6 de julio de 2011

Coca de Llardons (Chicharrones)

Coca de llardons

Para 6 personas


Ingredientes
  • 1 rollo de hojaldre fresco o congelado de unos 250 gr
  • 100 gr de piñones
  • 50 grs de almendra cruda fileteada
  • 80 gr de azúcar
  • 100 gr de llardons (Chicharrones)
  • Sal
  • La yema de un huevo
Elaboración

Dejamos descongelar la masa de hojaldre y la disponemos sobre una superficie ligeramente enharinada.
Enharinamos un rodillo y vamos extendiendo la masa tanto como podamos, dándole una forma rectangular.
Dividimos la masa estirada en dos partes iguales.

Sobre una de las mitades, incorporamos los 100 grs de chicharrones, que previamente habremos troceado o desmenuzado en fragmentos de tamaño máximo de 1 cm (pueden ser mayores o menores a gusto del cada uno) y a los que habremos añadido algo de sal en  caso de necesitarla.
Pasamos el rodillo suavemente para que los chicharrones queden incrustados en la masa, añadimos una capa de azúcar y pinchamos con los dientes de un tenedor todo el conjunto para que la masa de hojaldre no suba cuando la coloquemos en el horno.
Sobre la bandeja del horno, colocamos un papel de hornear y, sobre éste la masa con chicharrones que hemos preparado.
Disponemos ahora la segunda mitad de la masa de hojaldre sobre la preparación anterior y pasamos ligeramente el rodillo para incrustar los chicharrones en esta nueva capa de masa.

Batimos ligeramente la yema de un huevo y le añadimos unas gotas de agua. Mojamos un pincel en esta preparación y vamos humedeciendo toda la parte superior de la coca con ella.
Con la ayuda de un tenedor, unimos bien los bordes de las dos mitades de la masa y volvemos a pinchar toda la parte superior para evitar que suba en el horno.

Esparcimos ahora los piñones y la almendra troceada repartiéndolos bien sobre toda la superficie y volvemos a espolvorear todo con azúcar. Ser muy generosos con los piñones y almendra.

Introducimos la bandeja en el horno, que previamente habremos precalentado a 180º C, y la dejamos ahí durante unos 15 minutos, o hasta que alcance el grado de tostado deseado. Debe quedar dorada y crujiente.
La sacamos del horno y la dejamos enfriar bien antes de intentar manipularla

lunes, 4 de julio de 2011

Rosquillas de anís

Ingredientes
  • 100 gr de azúcar
  • 100 gr de mantequilla
  • 1 copita de anís dulce
  • 2 huevos
  • Aceite de girasol
  • Ralladura de limón
  • Harina


Elaboración
Disponer en un bol el azúcar y la mantequilla, que habrá sido previamente templada a punto de pomada en microondas, y mezclar bien.
Batir los huevos y añadirlos al bol, junto con la fina ralladura de medio limón. Si se quiere, puede añadirse también un poco de canela. Remover todo el conujunto.
Agregar a continuación una copita de anís dulce, e ir añadiendo poco a poco la harina que admita esta masa, mientras se va removiendo sin cesar.
La cantidad de harina a añadir vendrá determinada por la consistencia final de la masa, que deberá separarse bien del recipiente y no quedarse pegada en las manos.
Una vez formada la masa, iremos cogiendo pequeñas porciones que pondremos sobre el mármol, les daremos con las manos forma de cilindro de aproximadamente 1 cm de diámetro, y las cerraremos sobre sí mismas dándoles la forma característica.
Freir en tandas pequeñas en una sartén con abundante aceite hasta obtener el color tostado deseado.
Al sacar las rosquillas de la sartén, escurrirlas bien de aceite e irlas colocando sobre un plato con papel de cocina secante.
Antes de que dse enfríen del todo, rebozar las rosquillas en otro plato con azúcar, o espolvorearlas con azúcar glacé.